La importancia de la higiene dental en el perro.
La dentadura está involucrada en la prehensión y masticación de los alimentos además de ser un órgano de defensa. Es de vital importancia la higiene dental en el perro para prevenir complicaciones en la salud.
Consecuencias de una mala higiene dental.
La mala higiene dental en el perro, favorece la formación de placas de sarro, las cuales son depósitos de minerales y bacterias que se acumulan en los dientes y provocan la inflamación y retracción de la encía, de ahí su importancia. Posteriormente los microorganismos invaden el alveolo dental y se forma un absceso que en la mayoría de los casos lleva a la pérdida de la pieza dentaria.
En ocasiones, las encías están lesionadas y las bacterias penetran a la circulación sanguínea, por donde viajan hasta establecerse en las válvulas del corazón, riñones u otros órganos causando daños fatales.
También se pueden presentar problemas digestivos ya que los alimentos no son bien triturados.
Un perro con una dentadura sucia puede disminuir su consumo de alimento, producir mucha salivación y sufrir de mal aliento (halitosis), esto último puede hacerlo desagradable para la convivencia.
Suficientes motivos para comprender la importancia de la higiene dental en el perro.
Sarro dental, con retracción de encías y retención de pelo y restos de comida.
Limpieza dental.
La limpieza de los dientes es un procedimiento sencillo, que se debe de hacer bajo sedación para mayor seguridad, tanto del paciente como del Médico Veterinario.
El equipo utilizado funciona con ondas ultrasónicas que fragmentan el sarro y se desprende con más facilidad.
Al terminar el procedimiento, se enjuaga con un antiséptico bucal y se prescribe un antibiótico por dos a tres días. Algunos Médicos Veterinarios, acostumbran a indicar el antibiótico un par de días previo al procedimiento.
El mantener un programa de higiene dental en nuestra mascota prevé enfermedades odontológicas y sistémicas que pueden desencadenar graves consecuencias.
El Médico Veterinario debe de examinar la dentadura de su perro cuando menos una vez al año y en caso necesario sugerir la limpieza.